Shar Pei

Este perro chino es bastante apegado a su grupo social, a quien pide muestras de atención y cariño. Algunos ejemplares se comportan un poco más distantes, pero esto no quiere decir que no tienen un lazo afectivo fuerte con su amo. 

El Shar Pei es jovial y entusiasta, aunque no son sus rasgos más marcados. Así, para reforzar la relación entre esta mascota y su amo es necesario que todos los días dediquen un tiempo al juego, que servirá además para practicar la obediencia de manera divertida. 

Si algo en esta mascota resalta de inmediato es su carácter sumamente tranquilo. A pesar de que disfruta jugando, la mayor parte del tiempo se muestra silencioso y discreto; esto lo vuelve una excelente opción para personas que viven en apartamento. 

Se trata de un animal bastante tranquilo que se adapta sin dificultad a su entorno. Si sus amos son activos, podrá seguirlos a su ritmo; si su familia es más hogareña, también sabrá adaptarse. Este rasgo de carácter lo convierte en el compañero ideal para diferentes perfiles de adopción. 
 

Tradicionalmente el Shar Pei era criado por campesinos chinos por sus aptitudes para la caza. Sin embargo, hoy en día es adoptado más que nada por su temperamento agradable y su aspecto único.

Este perro es bastante reservado y no irá al encuentro de personas que no conoce. Sin embargo, tampoco se comportará de manera agresiva con desconocidos.

Para mitigar este aspecto de su personalidad, lo más recomendable será hacerlo convivir desde cachorro con diferentes tipos de personas durante sus paseos cotidianos. 
 

Según el carácter de cada Shar Pei los hay más o menos independientes. En cualquier caso, su comportamiento será bastante autónomo, aunque también sabrá mostrar signos de afecto. 
 

Tranquilo e independiente, el Shar Pei adulto puede pasar varias horas solo sin frustrarse ni hacer destrozos. Para evitar cualquier problema, lo mejor será que se acostumbre desde pequeño a pasar momentos de soledad en los que tenga a su disposición juguetes o algún premio.

Este perro arrugado tiene la mala reputación de ser difícil de educar, aunque no sea el caso. Si bien es cierto que su educación deberá ser firme y constante, esto no quiere decir que no se puedan lograr avances rápidamente. 

A pesar de que el Shar Pei tiene un carácter fuerte, puede comprender con facilidad una orden. La clave del éxito estará en mantenerlo motivado con estímulos positivos, y sobre todo, ser constante en sus sesiones de entrenamiento. 

Lo ideal será comenzar su educación a partir de los 2 meses de edad, y acompañarla siempre con actividades en las que pueda socializar, tanto con personas como con otros de su especie. 

Al tratarse de un animal guardián y protector, el Shar Pei puede ladrar para evitar que un extraño se acerque o para alertar a sus amos. Este rasgo puede acentuarse o no, dependiendo de su educación. Un perro sociable será menos propenso a los ladridos. 

Se trata de un perro bastante apegado que prefiere proteger a los suyos antes que salir a explorar por su cuenta. Su gusto por el confort y el calor del hogar lo vuelven una mascota bastante unida a su entorno. 

Como cualquier cachorro, el Shar Pei puede hacer bastantes travesuras de pequeño, pero una vez llegado a la edad adulta se volverá más tranquilo. Para evitar problemas en casa, lo ideal será comenzar su educación lo antes posible y asegurarse de que haga el suficiente ejercicio. 

Este perro no dirá que no a una golosina, lo cual podría ocasionar problemas de sobrepeso. Lo ideal será guardar los premios para sus sesiones de entrenamiento, y nunca darle alimentos entre las comidas. 

El Shar Pei es un excelente perro guardián gracias a que tiene un instinto territorial muy desarrollado. En general no permitirá que un extraño entre a su casa, aunque no se comportará de manera agresiva a menos que sea necesario. 
 

Se trata de una raza bastante tranquila en la edad adulta, por lo cual se adapta muy bien a la vida en apartamento. Sin embargo, es conveniente tomar en cuenta su instinto protector, que puede llevarlo a ladrar y molestar a los vecinos.  

Al Shar Pei le gusta el confort de la vida en el interior, por lo cual no es recomendable que pase mucho tiempo en el jardín. Además hay que recordar que esta raza no tiene subpelo, por lo cual no cuenta con la protección necesaria contra el frío. 

Por último, ya sea viviendo en un apartamento o en una casa con jardín, este tierno animal necesita salir a hacer ejercicio todos los días, por lo cual los paseos diarios son obligatorios. 
 

No se trata de un perro muy deportista, aunque necesita una dosis diaria de actividad física para garantizar su bienestar físico y emocional. 

En general, tres paseos al día serán suficientes para él, y en los que encuentre estímulos mentales, olfativos y sociales. Ir al bosque o en su defecto a un parque son dos excelentes opciones para él, aunque también disfrutará dando un paseo por su barrio.  
 

Al ser un perro de talla mediana, llevarlo consigo no es complicado. Sin embargo, el mayor reto para él será comportarse de manera adecuada en presencia de otras personas.

Durante los viajes en tren lo más probable es que deba llevar bozal y correa. En automóvil o en avión deberá viajar en una jaula adaptada a su tamaño. Para que pueda viajar en metro o autobús sin problemas, lo ideal será que se acostumbre desde pequeño y, por supuesto, que viaje siempre con correa.
 

Para que un Shar Pei pueda convivir con gatos, lo mejor será que ambas mascotas crezcan juntas. 

Sin embargo, no hay que esperar que forme un lazo afectivo con su compañero felino, aunque podrá llegar a tolerarlo y dejarlo en paz. 

Lo ideal será enseñarlo a obedecer órdenes como “déjalo” o “sal de aquí” para evitar cualquier pelea entre ambos. 
 

Al tratarse originalmente de un perro de pelea, el Shar Pei no es precisamente el más amigable de su especie. Para evitar que se comporte de manera agresiva, lo ideal será que se acostumbre al contacto con otros perros desde cachorro. 
 

El Shar Pei puede convivir tranquilamente con niños, siempre y cuando se enseñe a los peques algunas reglas básicas para tratar a su mascota. 

A pesar de su temperamento tranquilo, se trata de un perro bastante testarudo. Por ello no se recomienda su adopción a personas mayores. A esto se suma su necesidad de ejercicio y juego, que un anciano tal vez no pueda brindarle.  
 

Muchas personas deciden adoptar un ejemplar de esta raza tomando en cuenta su aspecto tan peculiar. Sin embargo, se trata de un animal que necesita ser educado desde pequeño con disciplina y paciencia. Un amo sin experiencia previa podría agobiarse por el comportamiento a veces terco de este perro. 

Si no se le educa adecuadamente puede ser un animal peligroso, ya que su instinto de pelea puede aparecer en presencia de otros perros. Lo ideal entonces será tener en cuenta su carácter y necesidades antes de pensar en adoptarlo.