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Qué pasa si un perro bebe mucha agua
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Mi perro bebe mucha agua: ¿Qué le está pasando?

Por Sindy Bustamante Redactora

Actualizado el

La cantidad de ingesta de agua varía mucho entre unos perros y otros por lo que no debemos compararlos ni generalizar. El problema viene cuando observamos que nuestro perro bebe más agua de la que toma normalmente. Y es que, al contrario de lo que pueda parecer, sí es un síntoma que debe preocuparnos. 

Que tu perro beba mucha agua puede estar relacionado con algo patológico o no, a continuación, veremos cuáles son las causas más comunes por las que un perro bebe mucha agua.

¿Por qué mi perro bebe tanta agua?

Muchos propietarios se realizan esta pregunta y es frecuente que acudan al veterinario preocupados al observar a sus perros beber más de lo normal. El por qué “mi perro bebe mucha agua” puede tener un origen patológico, es decir, se asocia a que sufra alguna enfermedad, o no patológico, ya que puede tratarse de un problema comportamental, secundario a medicamentos, altas temperaturas, etc.

Causas patológicas

El aumento drástico del consumo de agua se conoce como polidipsia. El perro bebe mucha agua porque sufre una deshidratación y compensa de esta forma. Hay enfermedades que, además de otros daños, deshidratan al animal y se manifiestan de esta forma (entre otros síntomas), y si nos encontramos ante un perro adulto que bebe mucha agua, o más de lo normal, podemos sospechar de ellas. 

Diabetes Mellitus

Al igual que en las personas, la diabetes es la enfermedad relacionada con la incapacidad de regular los niveles de glucosa (azúcar) en sangre al producir insuficiente cantidad de insulina, o no utilizarla correctamente. Los perros con diabetes beben más agua porque los altos niveles de azúcar arrastran consigo agua al filtrado del riñón, lo que aumenta la producción final de orina. Por este motivo, los perros están deshidratados y tratan de compensarlo bebiendo más agua. Además de este síntoma, manifestarán otros como:

  • Poliuria: Orinan más de lo normal.

  • Pérdida de peso, aunque presenta más apetito.

  • Estado depresivo e inactividad.

Hiperadrenocorticismo (Síndrome Cushing)

Este síndrome se corresponde con la excesiva secreción de un grupo de hormonas, los glucocorticoides, de los cuales el más conocido es el cortisol. Al igual que en la diabetes mellitus, los glucocorticoides desplazan el agua aumentando la producción de orina y, por lo tanto, al orinar más el perro se deshidrata y necesita beber más agua. Es frecuente que los perros sufran Cushing y diabetes al mismo tiempo. Otros síntomas de hiperadrenocorticismo son:

  • Poliuria: Orinan más de lo normal.

  • Tienen mucho apetito.

  • Presenta el abdomen distendido (se conoce como abdomen en péndulo).

  • Jadeo constante.

  • Lesiones en la piel.

Enfermedad renal

Cuando los tejidos de los riñones están afectados, se ve comprometida su funcionalidad. Los riñones son los encargados de eliminar las sustancias tóxicas del cuerpo, ayudan a mantener la presión sanguínea, filtran la sangre etc. Suele ser una enfermedad progresiva y la manifestación de los síntomas se corresponde con la presencia de tóxicos en sangre por lo que observaremos:

  • Polidipsia: aumento del consumo de agua.

  • Síntomas digestivos como vómitos y diarrea.

  • Anemia.

  • Dolor abdominal.

  • Inactividad y debilidad.

Causas NO patológicas

Existen otras causas por las que mi perro bebe más agua, que no son secundarias a enfermedad, por ejemplo: 

  • Los perros jóvenes beben más agua que los perros adultos.

  • Situaciones donde el perro ha realizado mucho ejercicio harán que quiera beber más agua.

  • Las altas temperaturas también influyen a que nuestro perro necesite beber más.

  • La dieta, ya que cuanto más seca sea y más contenido en fibra y sodio tenga, más tenderá a beber.

Estos son casos fisiológicos por los que nuestro perro bebe más, es decir, situaciones normales en las que necesita más agua y no debemos preocuparnos. 

También nos encontramos el caso de las perras gestantes. Durante el embarazo, las perras segregan una hormona, la progesterona. Esta hormona limita la acción de la insulina por lo que puede desarrollar un cuadro compatible con diabetes. Es importante tener esto en cuenta para mantener una gestación sana y satisfactoria, por lo que la supervisión y atención veterinaria es indispensable en la preñez. 

Otra causa de “por qué mi perro bebe tanta agua” es la asociada a medicamentos. Existe un grupo de fármacos utilizados frecuentemente como antiinflamatorios (aunque también tienen otras funciones farmacológicas) conocidos como “Corticoides”. Entre los efectos secundarios que producen, se encuentra la polidipsia (beber más agua), además de orinar más, tener más apetito, ganar peso, etc. Por lo que, si tu perro está en un tratamiento con corticoides, es normal que beba más agua.  También el grupo de fármacos diuréticos (utilizados en tratamientos cardiacos normalmente), favorecen la producción de orina por lo que, al perder más líquido, necesitará beber más.

Mi perro bebe mucha agua y orina mucho

Cómo hemos mencionado en las causas anteriores, la ingesta de agua está directamente relacionada con la producción de orina y viceversa. Si un perro sufre alguna patología en la que su aparato urinario no funciona correctamente y está generando más orina de la normal, miccionará mayores cantidades, sufrirá deshidratación, por lo que compensará bebiendo más. En el otro lado, nos encontramos un perro que bebe más agua de lo normal (secundario a una causa fisiológica y/o a medicamentos), a mayor cantidad de líquido en el organismo, mayor necesidad de expulsarlo. 

Mi perro bebe mucha agua y vomita

Puede darse el caso en el que un perro se encuentre muy ansioso por beber, se sitúe delante del cuenco y beba mucha cantidad muy rápido. Esto puede no sentar bien a su sistema digestivo por lo que justo después vomita. Si observamos que nuestro perro tiene mucha sed (es indiferente la causa), no debemos dejar que beba con tanta rapidez. Lo mejor es que nosotros le dosifiquemos la cantidad hasta que esté saciado. Basta con ofrecerle un poco, cuando termine esperar 1 o 2 minutos, y ofrecer de nuevo, así hasta que ya no quiera más. Otro consejo sería elevar su bebedero ligeramente (más o menos a la altura del hombro), ya que muchos perros tienden a vomitar por la posición que adoptan al beber a nivel del suelo. 

Para terminar, te recomendamos que, si has observado algún signo compatible con lo mencionado en este artículo, acude al veterinario para realizar un examen completo de tu peludo. Un diagnóstico a tiempo siempre será mejor pronóstico.

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