Bailey, el golden retriever de cuatro años que protagoniza esta historia, es un auténtico youtuber. En su canal Funny Dog, el perro roza los 700.000 suscriptores; todos ellos encantados con las pequeñas aventuras de su vida.
Entre ellas, destaca una en la que se enfrenta a un verdadero reto: compartir su cama con un gatito que no está por la labor de ponérselo fácil.
En el vídeo, compartido al inicio de esta noticia, se ve al felino secuestrando la acogedora cama de Bailey para echarse una siesta. Pero cuando el golden retriever vuelve y ve quién se ha metido en su cama tan descaradamente se queda horrorizado.
Para él, la actitud del gatito está fuera de lugar.
Una reacción inesperada
A la primera de cambio, Bailey intenta un aviso cortés. Salta y ladra alegre y discreto alrededor de su cama. Parece que le está diciendo lo siguiente:
Para sorpresa del perro, el gato reacciona de una manera poco ortodoxa. Se queda tumbado sin inmutarse.
Ante el comportamiento del felino, Bailey toma otras medidas. El perro levanta su cama como si quisiese sacar al gato de ella rodando. ¿Y qué pasa? Absolutamente nada, el gatito sigue ahí.
Un final sorprendentemente dulce
Tras intentarlo todo, finalmente Bailey cede a los caprichos del gato. Entonces se acuesta junto al ocupante de la cama y en ese instante el pequeño gatito se acurruca junto a su amado perro (y compañero de casa).
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