El psicólogo Ben Campbell, del estado norteamericano de Michigan, ha descubierto que su perro Thomas es capaz de alegrar hasta el peor día de su vida. Aunque en un primer momento, él mismo lo reconoció en sus redes sociales, no le gustó la actitud de su animal de compañía.
El yorkshire terrier de la familia vio una dentadura postiza en casa y se la llevó a la boca como si de un juguete se tratase. ''En un momento de descuido, el perro robó los dientes de la mesa y se los llevó'', aseguró su cuidador.
Al principio Campbell estaba un tanto enfadado porque Thomas estaba jugando con la prótesis, pero cuando se acercó a él... ¡le dio un ataque de risa!
Para morir de risa
Thomas, que según su familia no es un perro gracioso, le mostró a su dueño la sonrisa perfecta. Sus dientes eran blancos, uniformes y enormes.
¡Dientes, dientes!
De alguna manera, Thomas se las arregló para llevar los dientes al hocico de tal forma que se asentaron justo en la mandíbula superior. Parece que Thomas tiene una sobremordida gigantesca y debe sonreír todo el tiempo.
Campbell no pudo hacer nada ante esta expresión facial tan encantadora y se limitó a reírse a carcajadas tal y como se escucha en el vídeo.
Por suerte, la dentadura postiza no pertenecía a ningún humano. Era un artículo de broma que Campbell había comprado para divertirse con sus amigos en casa.