Una familia de Orizaba, Veracruz, pasa por duros momentos tras la pérdida de su amada mascota, un perrito chihuahueño llamado Rocky.
Medios locales del estado de Veracruz informaron que la familia había llevado a sus dos perritos para recibir servicios de estética en una veterinaria de la ciudad de Orizaba.
Aunque era la primera vez que acudían a ese establecimiento, nada hizo creer a la madre de familia que se avecinaba una tragedia.
Yendo por los perros
Cuando fueron por Rocky y Micaela, los dos perritos que se habían quedado para ponerse guapos, era ya tarde y la veterinaria estaba cerrada. La madre no creyó que hubiese ningún problema por volver al día siguiente a recoger a los canes.
Pero al otro día, les esperaba una mala noticia.

Accidente en la calle
La persona encargada de la veterinaria les informó que no podían entregarle a Rocky, simplemente, porque el chihuahua había fallecido.
Según explicaron las personas del establecimiento, el perro se había puesto nervioso después de que lo dejaron, se había salido corriendo a la avenida y lo había atropellado un coche.
Estaban esperando la autorización de la dueña del perro para proceder a cremarlo.
La mujer no podía creer lo que escuchaba y tanto ella como sus hijos pidieron ver al perrito. Les mostraron las patitas y le recomendaron no descubrirlo por completo, pues el accidente le había causado lesiones muy aparatosas.
Finalmente, el perrito fue cremado y a la familia se le entregaron las cenizas.
La madre decidió hacer pública esta historia porque sus hijos así se lo pidieron, para que se conozca la irresponsabilidad del establecimiento, que acabó siendo fatal para el pequeño Rocky.