Una familia en el condado de Wake, en Carolina del Norte, se cansó del gato de la casa y decidió que era momento de llevarlo a un nuevo hogar, lejos de donde estaban.
El problema es que el minino, llamado Toby, quería demasiado a su familia anterior.
De vuelta a casa
Por este motivo es que decidió escapar de su nuevo hogar y caminar nada menos que 20 km de regreso con la familia con la que había vivido durante toda su vida hasta ese momento.
Y es aquí donde comienza lo trágico, pues la familia en lugar de mostrarse contenta por el cariño que les tenía el gatito, reaccionaron de la peor forma:
Por fortuna, el personal del refugio ignoró esta espantosa petición y en seguida contactaron a la SPCA de Wake County, una organización que defiende los derechos de los animales en dicha zona.
En la SPCA hicieron una revisión médica al felino y descubrieron que tenía el virus de inmunodeficiencia felina y una infección respiratoria, pero lo trataron en seguida y mejoró al poco tiempo.
Una vez que sanó, la SPCA puso a Toby en adopción y las personas comenzaron a llamar una tras otra para llevarse a ese bello felino a su casa.
Al final, la historia terminó bien pues una mujer llamada Michele Puckett dejó todo lo que estaba haciendo para ir en busca de Toby y darle el amor que su antigua familia le rehusó.
Ahora Toby tiene un nuevo hogar con dos hermanos gatunos más y una familia que realmente lo quiere y que jamás lo abandonará.
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