Aunque la mejor opción siempre será adoptar, también existen muchas personas que quieren perros de ciertas razas y por lo tanto los adquieren de criaderos, tiendas de mascotas y otros lugares.
Esta práctica no es la idónea, pero si uno va a comprar un perro por lo menos debe asegurarse muy bien de cuáles son las condiciones en las que lo tenían y, sobretodo, conocer muy bien de donde proviene.
De lo contrario, nos puede pasar lo mismo que al protagonista de esta historia:
Buscando a Brody
Hace dos años Benjamín González fue deportado de Estados Unidos y desde entonces ha vivido solo en Tijuana, pues su familia se quedó del otro lado de la frontera.
En busca de un compañero Benjamín se hizo de un bulldog francés que con el que se topó en la calle a la venta por tan solo $1000 pesos.
Desafortunadamente, este residente de Tijuana pronto se daría cuenta de que el lomito, quien se veía triste desde que lo adquirió, ya tenía un hogar, pero no en cualquier lado, pues resulta que…
Todo comenzó el 3 de febrero de este año cuando Brody, el bulldog francés, asistente emocional de Debbie Campbell se escapó de su casa en San Lorenzo.
Rápidamente, toda la familia Campbell puso manos a la obra y buscaron por cielo, mar y tierra al perrito de Debbie, sin éxito alguno.
Los Campbell ya habían perdido toda esperanza, cuando hace apenas una semana, el señor González les marcó.
De acuerdo con él, su hija al ver al perro le indicó que era idéntico al que se buscaba en varias publicaciones de Facebook.
Benjamín, inmediatamente se sintió identificado con Brody, ya que sentía que al igual que él había sido sacado de su hogar, lejos de su familia y amigos.

En poco tiempo, la hija del señor González cruzó la frontera y regresó a Brody con la familia Campbell, quiénes le devolvieron lo que pagó por el perro, pero nada más, porque Benjamín no aceptó ningún tipo de recompensa.
No se sabe cómo es que Brody llegó hasta Tijuana, pero es una suerte que acabara en manos de alguien que en palabras de la señora Campbell “tiene un corazón de oro”.