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sindy poff lea poppy perros en el cielo

A la izquierda, Sindy y Poff. A la derecha; Léa y Poppy

© Wamiz

Día de Todos los Santos: los perros y gatos que cuidan desde el cielo al equipo de Wamiz

Por Vanessa Parapar Periodista

Publicado el

El equipo de Wamiz se abre en canal para dejar al descubierto sus sentimientos y compartir, de la forma más generosa que existe, lo que supuso para ellos perder a su perro o gato.

Perder a un animal duele igual que perder a un familiar. Una afirmación confirmada por un estudio realizado por Wamiz en 2019 que refleja datos relevantes sobre la manera de afrontar la muerte de un perro o gato por parte de sus propietarios. 

Con motivo del Día de Todos los Santos y para poner voz y cara a esta enunciación, hablamos con varios miembros del equipo de Wamiz. A corazón abierto, ellos relatan lo que supone decir adiós a ese animal con el cual compartieron los momentos más alegres -y los más tristes- de su vida. 

Saturno e Ismael

Ismael con su amado Saturno en su regazo ©Wamiz

Ismael G. Cabral, uno de los redactores que forman la columna vertebral de Wamiz España y voluntario de diversas asociaciones animales, perdió hace un par de años a su amado Saturno; concretamente en 2018. 

Un perro mestizo con carita de dinosaurio, del que ya escribió en su momento en un acto de gratitud hacia nosotros, que supó diferenciarse del resto de compañeros con los que compartía chenil y vida.

Un día como otro cualquiera; Ismael fue echar una mano a la Asociación Arca de Noé de Sevilla cuando Saturno, un mestizo ''rechoncho, paticorto, de color marrón, bigotudo, no muy perspicaz'' lo conquistó con su mirada perruna capaz de derretir a un Tyrannosaurus rex como él.

''Tras tenderle la mano cuando llegó aterrorizado y tembloroso al refugio, vivó conmigo durante 10 años. Siempre fue un perrito muy testarudo y de trato no sencillo pero lo quisimos hasta el final tal y como era'', asegura Ismael en una conversación emocionante con servidora. 

Saturno vivió 14 años. Sus primeros cuatro años de vida no fueron los mejores pero todo cambió cuando Ismael le regaló una segunda oportunidad con la que ambos disfrutaron hasta el final y de la que aprendieron muchas cosas sobre el respeto y el cuidado de los animales. 

''Saturno me eligió a mi, no quería irse con nadie más. Me tocó el corazón de una forma que nunca olvidaré''.

Api y Jose

Jose y Api muy felices ©Wamiz

Otro de nuestros redactores, en este caso Jose Manuel Cano, ha querido compartir con todos los lectores de Wamiz su amor por los peludos en un dia muy duro para él ya que recuerda estremecido lo que su perro Api fue para él. 

Api era un hermoso collie de pelo largo que seguía a su amo por todos los lados. No lo dejaba solo ni un segundo incluso lo vigilaba cuando Jose estaba en su cama.

Jose asegura, con el amor de padre con el que se identifican la mayoría de los propietarios, que Api era buenísimo, muy obediente y ''súper-inteligente''. Vivió a su lado durante 9 largos años, hasta que en 2005 tuvieron que dormirlo para siempre tras sufrir una displasia en las patas traseras que le impedía caminar. 

''Estaba malito y muy triste. Esa no era vida para un perro como él. Era precioso y en mi casa nos seguimos acordando mucho de él''.

Poff y Sindy

Poff disfrutando de los mimos de Sindy ©Wamiz

Con sus ojos empapados en lágrimas; Sindy G. Bustamante, redactora jefe de Wamiz México, recuerda a su amado Poff. A sus 11 años, Sindy ya estaba más que concienciada con la adopción y decidió que el perrito, maltratado por su familia, formaría parte de su vida. 

Poff era un cruce de maltés y según la redactora: ''el perro más amoroso de la tierra y el más consentido del mundo''. 

Cuando el peludo se fue a vivir con Sindy y con su hermana Zyan tenía dos años y murió a la edad de 17 años debido a un problema neurológico degenerativo.

''Cuando ya no podía hacer sus necesidades y se hacía encima, poníamos alarmas para sacarlo a media noche, pero finalmente el veterinario nos dijo que era tiempo de dejarlo ir. Solo de acordarme, quiero llorar. Lo quisimos mucho, mucho, mucho''.

Este angelito, que vela por nuestra redactora, visitará el próximo 2 de noviembre la casa de su querida mamá (como todo buen mexicano que se precie celebrará el día de Muertos). Seguro que Sindy le preparará su comida preferida y se la colocará sobre el altar. 

Homer y Grazia

Homer esperando a Grazia impaciente ©Wamiz

La directora de Wamiz Italia, Grazia Fontana, quiere recordar a su difunto perrito. Homer era, a ojos de la italiana, el perro más educado y amable del mundo. 

El afable de Homer, un border collie de esos que enamoran a primera vista, sigue siendo capaz de robarle una sonrisa o una lágrima a Grazia. 

Tras 12 años de alegre vida, este peludo cruzó el arcoíris de los perros debido a un tumor en la pata. En el año 2018, Grazia y su hermano Giuseppe tuvieron que despedirse de él para siempre aunque ellos saben que Homer los cuida y los guía desde el otro lado.

''Homer siempre tendrá un lugar en mi corazón que nada ni nadie podrá reemplazar''.

Poppy y Léa

Léa con Poppy en brazos ©Wamiz

Otro testimonio muy generoso es el de Léa, nuestra jefa de publicidad. Su historia ya nos cortó la respiración hace unos meses cuando se abrió en canal para contarnos lo duro que fue para ella perder a su amado Poppy

Aquí puedes leer el 'cuento' completo sobre Léa y Poppy. Una historia de superación que emocionó a miles de personas ❤️

Léa y Poppy superaron retos y plantaron cara a un destino que se presentaba, sin ellos saberlo, bastante amargo. Tras años ganando batallas, la vida de Poppy llegó a su fin.

El hermoso sheltie tricolor que cuidó de su mamá desde el minuto cero se puso muy malito y, desgraciadamente, perdió una guerra en la que se dejó la piel. ''Durante un año luchó como un campeón contra una enfermedad hepática'', apunta Léa emocionada. 

Lamentablemente ni el duro tratamiento ni el calor de los suyos pudieron hacer nada por E-pop (así lo llamaba en la intimidad su mami). Poppy cruzó el arcoíris de los perros dejando un enorme vacío en el corazón de Léa y sin poder mirarla a los ojos por última vez. ?

A Léa, la muerte de su querido Poppy la pilló de viaje y no pudo decirle adiós. Sin embargo, ni las garras de la muerte pueden romper los lazos que ataron a Léa y a su perro desde ese 25 de agosto de 2009 en el que sus miradas se cruzaron por y para siempre.

''Poppy es más que un perro, gracias a él soy lo que soy. Sé que cada vez que miro al cielo; una estrella llamada E-pop brilla para alumbrarme el camino una vez más''.

Uxane y Clarisse

Clarisse y Uxane disfrutando del campo ©Wamiz

Uxane fue el primer perro de Clarisse Drot, la responsable de comunicación de Wamiz. Clarisse tenía solo 15 años cuando le regalaron a esta maravillosa perra. Su familia no podía cuidar de ella y fue así como este boyero de Berna se instaló en su vida y en su corazón. 

''Era la perra más tranquila que he visto en mi vida'', señala Clarisse. Uxane nunca fue de hacer travesuras y, según su mamá, era muy pero que muy perezosa hasta el punto de no querer salir a caminar. Pero esa no era su única cualidad. 

Uxane era extramadamente amable con todo el mundo: niños, extraños, perros, gatos,... ¡Era un perro de familia ejemplar!

Clarisse piensa que algunos boyeros son frágiles, lamentablemente el suyo tuvo que enfrentarse a un problema de salud importante que le costó la vida.

A la edad de 7 años, este angelito no sobrevivió a la operación de extirpación de un tumor mamario. ''Fue brutal y no estábamos preparados'', asegura emocionada Clarisse. .

 ''Uxane no era la perra más astuta del mundo pero era la bondad personificada en un enorme oso de peluche. Fue perfecta como primer perro''.

Cooky y Sarah 

Cooky sobre el cuello de Sarah ©Wamiz

El primer gato de Sarah Lambert, nuestra ex product owner, tenía solo 7 meses cuando llegó a su vida. Cooky, así se llamaba esta cariñoso minino, era un cruce de sagrado de Birmania (por parte de madre) y siamés (estos eran los genes de su papá gato) que presumía de ser el felino más pegajoso -dicho con todo el cariño- del planeta. 

Su querido Cooky hacía la cucharita con ella cada noche y dormía sobre su cuello a la hora de la siesta. ¿Qué más se puede pedir? Pues... ¡aún hay más! Este tierno felino era un parlanchín de primera regla. Al parecer, según nos cuenta Sarah, él solito podía presentar un programa diario de radio. 

Hace 6 años que Cooky ha cruzado el arcoíris de los animales y a Sarah aún le duele hablar de él. Tanto que apunta no estar preparada para compartir su vida con otro animal. 

''Era un amigo inseparable con el que tenía grandes conversaciones todos los días''.

Heidi y Vanessa

Vanessa y Heidi pensando alguna maldad ©Wamiz

Y aunque duela abrir la caja de pandora sentimental, ha llegado el turno de servidora. Por eso el siguiente testimonio está escrito en primera persona: 

Heidi fue la perra que más cosas me enseñó en el mundo. Cierro los ojos y recuerdo como si fuera ayer el día que mi madre llegó con Heidi en los brazos para enseñármela. ¡Era un bebé rechoncho y hermoso. Yo solo quería achucharlo!

Un cachorro de mastín que me miraba de la forma más pícara que un perro me ha mirado jamás. Parecía que me estaba diciendo: ''vas a ver todas las travesuras que hacemos juntas''. Y... no se equivocó en lo más mínimo. Algo que mi abuela pilló al vuelo y por lo que no nos quitaba el ojo de encima, aunque lo único que hacíamos era darle amor ella. Éramos muy pesadas. Estábamos siempre a su lado. 

Heidi tenía pasión por mí pero a la que amaba sobre todas las cosas era a mi abuela. La perra podía pasarse horas echada a sus pies para que ella la rascase. No le importaba de qué manera lo hiciera, solo quería estar a su lado porque sabía que llevaba meses sin poder caminar. (Solo de recordar la escena se me llena el teclado de lágrimas). 

Un día que parecía normal y tras su ración de mimos mañanera, encontramos a Heidi tumbada en la hierba. Al principio pensamos que estaba durmiendo tranquilamente como hacía habitualmente, pero cuando me acerqué comprobé que algo no iba bien. El veterinario confirmó, minutos después, que su corazón se había parado para siempre. Tenía solo 5 años. 

''Por caprichos del destino, el corazón de mi amada abuela dejó de latir hace ya un año y medio. Seguro que ambas están juntas en el paraíso cuidando de su ''petarda'' preferida, yo ?''.  

Nadie te prepara para decirle adiós a un ser querido. Desde pequeños nos insisten para amar la vida pasando de puntillas sobre el significado de la muerte que, lamentamente, forma parte de la vida.

 
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