Todo empezó hace 11 años, Julia escuchó la noticia de que su perro se había escapado y que no lo encontraban por ningún lado.
A pesar de muchas búsquedas y desesperadas solicitudes de información a familiares, vecinos y amigos, el perrito mestizo no aparecía por ningún lado.
El dolor de la derrota
Al final, Julia tuvo que resignarse a no volver a ver a su amado Baloo. Pero tiempo después, en 2020, recuperó la esperanza.
La hermana de Julia estaba echándole un ojo por Internet a los perros en adopción de un refugio de la zona cuando reconoció una carita peluda, envejecida, ¡pero muy familiar!
Las marcas en el pelo de Baloo eran inconfundibles y la edad del perro coincidía exactamente con el de las imágenes, lo que probaba que se trataba de Baloo, que seguía sano y salvo.
Reunión y final feliz
Sin perder más tiempo, Julia corrió al refugio para identificar a su perro. ¡Estaba segura de que era él! Afortunadamente, pudo recuperar a su mascota.
Ahora, Baloo vive nuevamente con Julia, la humana que nunca dejó de amarlo.
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