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bebe acariciando husky

Bebé acariciando un husky

© Rumble

Bebé acaricia a un husky: ¡de repente se le cruzan los cables! (Vídeos)

La redacción

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A veces, las interacciones de los bebés con los perros (y vicerversa) quitan el hipo. Este vídeo, que está dando la vuelta al mundo, da fe de ello.  

El husky siberiano puede llegar a ser el mejor compañero de juegos de los más pequeños de la casa. Este hermoso y dulce cánido no es peligroso, ya que se muestra muy amigable con todo el mundo. Aún así se debe tener en cuenta que el comportamiento del perro depende de la educación recibida por su amo. Por lo tanto, los futuros propietarios deben ser conscientes de todas y cada una de las características de la raza antes de adoptar un ejemplar como este debido a su tamaño y personalidad. 

 

 

El husky que protagoniza el vídeo que verás a continuación ha creado un lazo sin precedentes con el bebé humano de su familia. En las imágenes queda claro que el perro se muestra paciente ante las caricias propiciadas por el pequeño, pero, de repente, algo en la mente del animal cambia dejando a los espectadores a cuadros. 

La reacción de husky es sorprendente

El husky se muestra paciente ante la interacción del más pequeño de la casa hasta que el cánido toma las riendas del momento. 

En una milésima de segundo, el husky frota su cabeza sobre el cuerpo del bebé y se gira sobre sí mismo mostrándole la barriga mientras el niño se deshace en carcajadas. Parece que el animal le está pidiendo caricias en esa parte de su cuerpo a su nuevo mejor amigo a la par que le lame sin cesar

Delicada y suavemente, el niño roza con su mano el cuello y la cara del husky que parece estar feliz de tenerlo a su lado. 

Una prueba más de lo fuerte que puede llegar a ser el vínculo entre los más pequeños y las mascotas de la casa. 

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Importante: la interacción entre un niño y un perro puede ser una experiencia enriquecedora, llena de momentos de alegría y aprendizaje mutuo. Sin embargo, es fundamental recordar que no se debe dejar a un perro y a un niño solos sin la supervisión de un adulto. Esta es una regla de oro que garantiza la seguridad y el bienestar de ambos.

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