Algunos perros pueden sacar su peor lado cuando se trata de mostrar que sus humanos favoritos son suyos y solo suyos.
Ese fue el caso de Kajsa, un perrito que en la época en que grabó este video no era más que un pequeño y muy celoso cachorro.
¡Nada de besuquearse, por favor!
Cuando era un pequeñito, Kajsa pasaba muy mal rato al ver a sus humanos mostrarse afecto entre sí.
Esta molestia llegaba a un grado tal, que cada que se les ocurría darse un beso, el perro no dudaba ni un segundo en lanzárseles encima para participar en la sesión de apapachos y que le dieran mucho amor a él también.
Por supuesto, eso hacía que sus papás humanos se murieran de risa y se besaran más, para ver la reacción del cachorro y, cómo no, ¡hacer un vídeo!
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