Los gatos, como los perros, pueden ser muy buenos actores. A veces, sus dotes histriónicas nos pueden ocultar enfermedades, preocupaciones, ¡e incluso planes milimetradamente urdidos!
Los gatos son cazadores por naturaleza y algunos, ¡también ladrones! Aunque en este caso, la fechoría no puede más que sacarnos una sonrisa.
Un robo bien disimulado
Hace tres años, un gatito callejero que parecía estar solo, tal vez a la espera de algún mimo por parte de algún cliente, sorprendió a la vendedora del mostrador de esta tienda local.
Pero cuando la trabajadora menos se lo esperaba, el pequeño minino se lanzó decidido a por un paquete de pienso y se lo llevó corriendo en el hocico.
La vendedora solo atinó a reírse y el pequeño bandido huyó despavorido, de ello daban fe las imágenes grabadas por la empleada:
Si bien los gatos son bastante territoriales y no les gusta que les cambien mucho sus hábitos, sin duda alguien debería corregirle cierta costumbre a este pequeño.
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