Los vecinos de un barrio residencial de la ciudad renana de Iserlohn se enfadaron enormemente una noche de octubre de 2019 cuando, de golpe y porrazo, de una casa salía el sonido de una única canción, a todo gas y a máximo volumen.
Hasta las puertas vibraban
El sonido era tan alto que hasta las puertas de las casas colindantes vibraban. A las 20 h 45, un vecino se decidió finalmente a llamar a la policía.
Después de 20 minutos, la policía decidió abrir la puerta por la fuerza por si algo grave hubiera sucedido en el interior. Pero en el interior solo encontraron a dos tiernos mininos: algo bastante extraño, ya que a ellos les molestan, entre otras cosas, los sonidos fuertes. Mientras, la música seguía en marcha, por lo que pararon el reproductor.
¿Una michi-party?
Alrededor de una hora más tarde, apareció finalmente la inquilina con gesto confundido ante el revuelo que encontró en su hogar. La mujer afirmó que había apagado la música antes de irse. La policía rápidamente comprendió quiénes habían sido los verdaderos culpables.
Obviamente, los dos gatitos, solos en casa, habían saltado sobre el teclado del ordenador portátil y, de ese modo, activaron la música en bucle y a todo volumen.