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Gato en Marte

Un misterioso felino marciano fue encontrado recientemente.

© Pixabay

La verdad sobre el gato que la NASA encontró en Marte

Por Santiago Flores

Publicado el

El astromóvil Perseverance de la NASA tomó una foto que dejó impactados tanto a astrónomos como a catlovers.

 

Michi espacial

En los últimos años la NASA ha enviado exploradores a la superficie de Marte que nos han regalado fantásticas imágenes de sus misteriosos paisajes.

Gracias a esto se han podido descifrar algunos misterios, como la famosa "cara de marte". 

Pero en esta ocasión, el robot explorador (rover) de la NASA dejó perplejos a todos cuando inmortalizó al primer gato marciano del mundo.

Durante semanas, el robot explorador Perseverance se ha dedicado a explorar el cráter Jezero, tomando fotos y muestras de rocas. 

Por su parte, la NASA ha compartido muchas de estas imágenes para que los usuarios de Instagram y otras redes sociales puedan disfrutarlas también.

Toda la comunidad se quedó perpleja cuando el pasado día 8 de septiembre el robot compartió nada más y nada menos que la foto de un gato en Marte.

Finalmente, no se trataba de un felino real, sino de una curiosa formación rocosa que imitaba sorprendentemente la forma de un gato. 

En la imagen, concretamente, se puede ver una roca con dos extremos puntiagudos en la parte de arriba que, en juego con las sombras de la superficie marciana, se asemejan bastante a la forma de un felino.

Las reacciones de los internautas no se hicieron esperar, que fueron más allá y afirmaban que el gatito de las imágenes parece estar acostado en la clásica posición de “hogaza de pan”.

Esta posición debe su nombre a la postura que adquieren los gatitos cuando se acuestan escondiendo las patas y la cola, lo que les da una forma extrañamente rectangular

Que sepamos, la intervención alienígena 👽 no ha tenido nada que ver aquí, se trata más bien de un fenómeno perceptivo conocido como pareidolia.

La pareidolia es la tendencia que tenemos los humanos a darle una forma o imagen reconocible a estímulos fortuitos y aleatorios, lo que explica que veamos formas en las nubes o caras en las grietas de la pared.

No es de extrañar que las personas se hayan dejado llevar por su amor por los felinos y hayan visto en esta formación natural al primer gatito espacial.

 

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