Ragamuffin

Es una raza muy cariñosa, sociable y acogedora. Siempre dispuesta a recibir caricias y dar mimos.

La tendencia a jugar puede variar de un gato a otro y según la edad o el contexto. Sin embargo, los gatos de esta raza son conocidos por su temperamento sereno. Para hacer de él un gatito más activo, habrá que dedicarle tiempo diario para jugar y así estimular su lado más dinámico.

¡Es la tranquilidad hecha felino!

Es curioso y con una capacidad de adaptación destacable, sabrá tomar partido en el trajín cotidiano de sus humanos y sacarles una sonrisa con sus carantoñas.

Dependiendo de cómo haya sido socializado el Ragamuffin cachorro desde joven, podrá ser más o menos curioso con los invitados o todo aquello que considere una novedad.

Puede tolerar quedarse solo en su hogar si sus necesidades han sido satisfechas anteriormente.

Algunos ejemplares son más maulladores que otros, aunque por lo general es raro oírles maullar.

Son de una serenidad apabullante, por lo que no es de extrañar que sea poco activo. Aun así, es necesario jugar con él a diario para mantener su equilibrio físico y mental y contribuir a su bienestar.

Esta característica variará de un individuo a otro aunque, por lo que se conoce de esta raza tranquila, preferirá quedarse en casa que salir a explorar.

Ya que la mayoría de gatos de esta raza consumen muy poca energía a través del ejercicio físico, es aconsejable servirle su comida en boles interactivos. Así, se raciona más fácilmente su comida y el gato deberá participar en una actividad física para obtener su alimento.

Puede convivir perfectamente con otros gatos, ya sean de su misma raza o no. Evidentemente, hay que presentar a los gatos entre ellos de manera gradual y respetando el ritmo de cada uno.

Lo más importante para garantizar una buena convivencia entre perros y gatos es que estos últimos cuenten con lugares a diferentes alturas en los que aislarse cuando no les apetezca interactuar con su amigo canino. Habrá que tener en cuenta, además, la manera en que ambos han sido socializados y acostumbrados a relacionarse con otras especies desde cachorros.

Es muy dulce y tranquilo la mayor parte del tiempo, en resumidas cuentas, encarna a la perfección el rol de un animal de compañía afable y discreto, perfecto para compartir largas sesiones de siesta… ¡pero también de juego en el caso de los ejemplares más enérgicos! En cualquier caso, es necesario velar porque los niños aprendan a interpretar el lenguaje corporal del gato y respetarlo cuando esté descansando.

Depende del gato, está claro… ¡pero también de las personas! Ya que el Ragamuffin es un gato tranquilo, puede ser el compañero perfecto de una persona mayor o con un estilo de vida sedentario, siempre que tenga el tiempo suficiente para regalarle todas las caricias a las que invita con su pelo suave y sedoso.