Mau egipcio
Otro nombre: Egipcio
Parece que el tiempo no pasa para este felino, ya que su parecido con los gatos que aparecen en las obras de arte del Antiguo egipcio ¡es impresionante! Es una raza totalmente natural, es decir, que no ha experimentado ninguna modificación de la mano del ser humano. El Mau egipcio se disputa con el Abisinio el puesto de la raza gatuna más antigua. Su aspecto esbelto, sus ojos verdes de expresión algo alerta que tanto lo caracteriza, su elegante poderío y su temperamento apacible y dócil explican probablemente por qué los faraones lo elevaron al rango de deidad. Todavía, hoy en día, la raza suscita cierta admiración.
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Esperanza de vida |
El Mau egipcio tiene una esperanza de vida de entre 14 y 18 años |
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Carácter |
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Talla adulto |
Hembra
Entre 30 y 35 cm
Macho
Entre 30 y 35 cm
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Peso adulto |
Hembra
Entre 3 y 5 kg
Macho
Entre 4 y 6 kg
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Color del pelaje
Plateado, bronce, ahumado negro, negro. |
Negro
Marrón
Rojo
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Tipo de pelaje
Corto. |
Corto
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Color de ojos
Verde. |
Verde
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Precio de compra |
Un Mau egipcio puede costar entre 1000€ y 3000€ |
El nombre “MAU” se traduce del egipcio tanto por “luz” como por “gato”. Por lo tanto, el Mau egipcio es, literalmente, “gato egipcio” o “luz de egipcio”. Sin duda, un dato que aporta algo más de magia y misticismo del que ya de por sí rodea a esta raza ancestral, difícil de encontrar y campeona de velocidad en la categoría de gatos domésticos.
Más detalles sobre la raza Mau egipcio
Orígenes e historia de la raza Mau egipcio
Los faraones del antiguo Egipto adoraron al Mau egipcio más de 1500 años a. C. Incluso puede ser un descendiente directo del Felis lybica, el antepasado de los gatos domésticos. Sin embargo, no fue hasta mediados de los años 1950 cuando una princesa rusa exiliada en Italia sucumbió ante los encantos de este magnífico gato e hizo lo posible por acuñar una nueva raza. En esa época, la mayoría de los gatos europeos tenían en común el parentesco con ancestros egipcios, pero las dos Grandes Guerras habían diezmado su población. La princesa Natalia Trubetskói se enamoró de una gatita atigrada plateada egipcia. Más tarde mandó traer más gatos similares directamente desde Egipto para perpetuar esta raza relacionada con los gatos faraónicos. Cuando emigró a Estados Unidos, años más tarde, llevó consigo a tres gatitos para fundar el Criadero Fátima. El “linaje tradicional” de los Mau egipcios proviene en su totalidad de estos tres individuos: Baba y Liza, dos hembras plateadas, y Jojo, un macho bronce.
Existen otros dos linajes:
- El linaje de la India: apareció en los años 80, se trata de una rama algo controvertida, ya que los dos gatos que la originaron, provenientes de Nueva Deli, serían también los precursores del Bengala.
- El linaje egipcio: es más reciente, formado por nuevos gatos importados directamente de Egipto que han mejorado el acervo genético de la raza, y también su calidad y uniformidad.
Carácter de la raza Mau egipcio
El Mau egipcio es muy cariñoso, sobre todo con sus dueños. Necesita que lo acaricien y lo mimen, aunque preferirá las muestras de afecto del humano con quien tenga más relación.
Es un cazador empedernido, por lo que adora jugar, corretear, trepar, brincar, dar giros inesperados...
...aunque es conocido por ser el gato ideal para el hogar, ya que adora los momentos de calma y tranquilidad. Es un felino muy equilibrado en este sentido.
En un primer momento, fue un gato de trabajo (cazaba pequeños roedores e insectos en los graneros de los bordes del Nilo). Esta característica necesaria para su supervivencia, se ha conservado hasta nuestros días. Además, es muy observador, aprende con mucha rapidez.
Tiene una pequeña tendencia a desconfiar de los extraños, prefiriendo relacionarse con los humanos a los que ya conoce. Hay que dejarle un cierto tiempo hasta que se adapte.
Sus capacidades físicas e intelectuales hacen de él un gatito independiente en todos los aspectos, aunque siempre preferirá la presencia de su dueño.
Comportamiento de la raza Mau egipcio
Maulla y trina como la media de los gatos, ni más ni menos, eso sí, su maullido es melodioso.
Es un pequeño atleta, por lo que este felino necesita disponer de espacios en alto para poder saltar de un lugar a otro, además de poder disfrutar de sesiones de juego para ejercitarse y desfogarse.
Se siente muy unido a su dueño y, aunque no tiene la reputación de escaparse con facilidad, su curiosidad podría llevarlo a explorar.
Al ser muy activo físicamente, ¡este gatito posee un apetito voraz! Habrá que controlar su dieta para evitar que coja peso.
Compatibilidad racial Mau egipcio
Suele llevarse bien con sus semejantes gatunos, aunque deberá ser presentado correctamente para garantizar que la convivencia resulte agradable.
Es posible hacer que un Mau egipcio y un perro sean compatibles y aptos para vivir juntos. Para ello será necesario que ambos animales dispongan de tiempo para familiarizarse el uno con el otro. Contar con distintos sitios a diferentes alturas es básico para que el minino pueda marcar las distancias cuando así lo desee.
Este gatito disfruta jugando con los niños, aunque no hay que olvidar que también valora la tranquilidad y que puede pecar de ser un tanto distante o incluso miedoso con nuevas personas. Es importante que disponga de plataformas a diferentes alturas para que pueda decidir cuándo interactuar y cuándo no.
Puede llegar a entablar una bonita relación junto a alguien que lleve un estilo de vida más relajado, ya que es un gatito que adora la tranquilidad. Eso sí, no habrá que olvidar que necesita entretenerse trepando y saltando.
Precio aproximado de un Mau egipcio
Resulta complicado estimar los precios del Mau egipcio dado que los criaderos específicos de esta raza en España escasean. Aproximadamente, y dependiendo de su sexo, la exclusividad de su linaje o su edad, el precio de un Mau egipcio puede oscilar entre los 1000€ y los 3000€. Además, hay que calcular alrededor de 30€ mensuales para brindarle una comida de calidad, arena y otros cuidados como la asistencia veterinaria necesarios para su bienestar.
Pérdida de pelo del Mau egipcio
Poco
Aunque cuenta con un pelaje abundante, no pierde pelo en exceso. Alimentarlo con pienso de calidad y cepillarlo semanalmente ayudarán a conservar su pelo sano.
Aseo del Mau egipcio
Es un felino doméstico muy fácil de asear, con cepillarlo una vez a la semana bastará. Es también posible servirse de una gamuza para lustrar su pelo y devolverle su brillo natural. Asimismo, sus dientes deberán ser revisados y limpiados con regularidad.
Salud del Mau egipcio
El Mau egipcio suele vivir de 17 a 18 años, aunque la media se sitúa en los 14 años.
Al Mau egipcio le cuesta adaptarse a los cambios de temperatura. Es probable que necesite de más cuidados durante los cambios de estación.
Si se obvia el hecho de que su alimentación requiere de un mínimo control, puede llegar a engordar. Hay que asegurarse de que cuenta con comida apropiada para su nivel de actividad física, que además debe ser alto.
No existen enfermedades genéticas relacionadas directamente con esta raza, pero sí que pueden hacerse visibles ciertas patologías en linajes específicos de la misma:
- Miocardiopatía hipertrófica: una enfermedad que afecta tanto a los gatos sin pedigrí como a los de raza y que causa una insuficiencia cardíaca. Está sobre todo presente en el linaje tradicional.
- Leucodistrofia: una enfermedad que afecta a la masa blanca del cerebro, es algo más frecuente en el Mau egipcio, aunque sigue siendo una enfermedad rara.
- Las hernias umbilicales: fenómeno causado por un defecto en la pared abdominal tras el nacimiento del gatito, esta no se cierra completamente a la altura del ombligo tras la ruptura del cordón umbilical.
Enfermedades periodontales: las patologías que afectan a boca, encías y dientes de los felinos, comunes a todas las razas.
El Mau Egipcio goza, por lo general, de una buena salud, aunque puede sufrir las mismas enfermedades y patologías que cualquier otro gato doméstico.
El Mau egipcio no puede ser cruzado con cualquier otra raza.
La duración de la gestación en esta raza es más larga que la media de las gatas de otras razas de felinos domésticos. Puede durar hasta 73 días de gestación, cuando la media se sitúa entre 63 y 68 días.
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