Quienes amamos a los gatos y convivimos con ellos nunca haríamos nada que pudiera molestarlos a propósito. Ni se nos pasa por la cabeza importunar a nuestro michi. Sin embargo, a veces podemos hacerlo de forma inconsciente.
De hecho, hay situaciones que a nuestro gato no le gustan en absoluto y que a nosotros se nos escapan porque no podemos entederlo con nuestro lenguaje, así que tenemos que aprender del suyo.
A continuación te facilitamos una lista de 11 cosas que los gatos odian. Son actos de la vida doméstica que le molestan sobremanera.
Aún así, si te reconoces en uno o varios de estos puntos, no te preocupes, tu amado gato encontrará sí tiene el corazón lo suficientemente grande como para perdonarte.
1. Los gatos odian no estar cómodos para hacer sus necesidades
Los gatos son exigentes por naturaleza, incluso a la hora de ir al baño. A ellos les gusta tener una caja de arena exclusiva para que cada quien pueda hacer sus necesidades y, si puede ser, incluso dos solo para ellos.
En cualquier caso, no les gusta nada compartir baño. Además, les gusta que la arena se le limpie todos los días y en algunos casos incluso varias veces al día.

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2. Los ruidos fuertes molestan a los gatos
Nuestros gatitos tienen el sentido del oído altamente desarrollado y, por esta razón, pueden ser muy sensibles al ruido hasta el punto de asustarse muchísimo. Gritar, taladrar, pegarle algo... -aún sabiendo que no tienes intención de lastimarlo- les pondrá la piel de gallina.

3. Los reproches que odian los gatos
Por esta misma razón, los gritos y los reproches no son bien recibidos por nuestro minino-
Forzar al gato a hacer algo o echarle la bronca por 'desobedecerte' es de lo más contraproducente. Obligarlo a algo es prácticamente imposible y cualquier reprimenda en voz alta solo servirá para molestarlo y hacer que se sienta confundido y agitado.
En este sentido, recompensarlo por su buen comportamiento será la llave para enseñarle algo.

4. El gato odia cuando no reconoces sus cambios de hábitos
Por propia naturaleza, los gatos suelen ocultar su dolor cuando se sienten molestos o enfermos. Es un mecanismo habitual para no 'exponerse' ante los posibles depredadores del mundo que les rodea.
Sin embargo, y al mismo tiempo, tambiénse enojan cuando sus humanos favoritos no reconocemos su sufrimiento.
Los dueños conocemos a nuestros fieles compañeros mejor que nadie, por lo que si observamos un comportamiento extraño (como rasguños persistentes, visitas excesivas o esporádicas a la basura o una falta de atención inusual) tendremos que investigar con la ayuda del veterinario qué le está molestando.

5. El gato odia cuando le cambias su tazón de agua
Es muy importante que el gato esté bien hidratado, pero ya sabes que es muy exigente y a veces está incluso malcriado en ciertos comportamientos.
Uno de ellos tiene que ver con su tazón del agua. Podría evitar tomar simplemente porque no le gusta el tazón. El gato siempre debe tener agua fresca a su disposición: para evitar el problema del recipiente, hay dueños que optan por una especie de fuente con motor incluido que siempre tiene agua refrescante en movimiento.
A estas alturas, ya sabrás que hay muchos gatos que también odian tomar agua estancada.

6. El gato odia sentirse acosado
De sobra sabes que el gato no es un animal sociable. Necesita su espacio y su tiempo para intimar con los humanos y nosotros debemos respetar su innata necesidad de independencia en muchos momentos.
Es por ello que, cuando hay visitas en casa, debemos asegurarnos de que las personas respeten el espacio personal del gato.
Cualquier tipo de interacción obligada del gato con un extraño -cuando lo agarran, lo empujan, lo persiguen jugueteando o realizando movimientos repentinos-, sólo servirá para que se sienta asustado e inseguro. Mantén a tus invitados a raya para que no molesten al gato.

7. Al gato no le gusta que le corten las uñas
Este procedimiento se lleva a cabo por la simple conveniencia del dueño para evitar arañazos en la casa o a otros y, sin saberlo, se está causando un sufrimiento incontenible para el gato.
A estas alturas, debemos tener claro que, para ellos, cortar las uñas se equipara a una amputación del hueso. Este acto puede causar un dolor crónico en el gato y hacer que se sienta indefenso y vulnerable. La consecuencia de esta 'amputación' puede provocar un aumento en su nivel de agresión.

8. El gato odia la ropa como vestidos
Los gatos tienen un fuerte instinto animal que recuerda a sus antepasados más salvajes. ¡Su naturaleza animal es una de las cosas que más amamos de ellos! Ponerle un vestido 'bonito' va contra su propia naturaleza y lo incomodará.
A veces, creemos que los gatos agradecen la ropa para combatir el frío, pero realmente no les gusta mucho porque les limita y obstaculiza en agilidad.

9. Los gatos odian cuando ignoras su higiene
Cierto es que los gatos son limpios por naturaleza, pero incluso si hacen un buen trabajo por sí solos manteniéndose aseados y perfumados, a veces consideran necesario un poco de ayuda con un buen cepillado a mano, un pequeño recorte de uñas o, si es necesario, incluso un baño.
El pelo enredado les puede causar nudos dolorosos, las uñas largas pueden hacer que se queden atrapados en algunas superficies y las pulgas y garrapatas no son divertidas para nadie.

10. Los gatos odian cuando no respetas su espacio
Cada gato debe tener una 'zona de confort' en la que puede sentirse completamente independiente y escapar de todo si así lo desea. Puede ser un cuarto aparte, una jaula, un armario o una caja de cartón.
Si respetamos su deseo de estar solo se sentirá tan seguro como amado y de seguro nos lo agradecerá. Los gatos nunca deben estar obligados a interactuar con alguien pues normalmente esto resulta contraproducente.

11. Los gatos odian que los ignores
Cuando el gato quiera recibir afecto, asegúrate de satisfacer su solicitud con los brazos bien abiertos. Aunque tienen fama de ser muy independientes, los gatos también necesitan amor y les gusta sentirse queridos por sus dueños.
Por eso, siempre es bueno recordar que estamos ahí para ellos aunque puedan mantenerse ocupados todo el día. Lo mejor en estos casos es un rato de juego con su humano favorito para darle alegría y serenidad a su día.
