Hay actitudes humanas que fácilmente pueden ser malentendidas por los gatos. En cierto modo es lógico porque una mascota no entiende las palabras, solo observa las acciones que su dueño realiza por su bienestar.
Por lo tanto, en ocasiones un determinado olvido o una conducta pasiva por parte del tutor puede hacerle creer al gato que este lo descuida y que ya no lo ama como al principio.
Hoy abordamos las cinco inacciones que alimentan esa sensación de abandono en por parte del felino y, por supuesto, te aportamos los mejores consejos para evitar que este sentimiento negativo les domine.
Amo a mi gato: 5 cosas que demuestran lo contrario ?
1. No limpiar la arena del gato con frecuencia
¿Serías capaz de estar una semana sin tirar de la cadena ni limpiar el retrete? Seguro que no, ¿verdad? Pues lo mismo ocurre con tu gato y su caja.
Si no le cambias la arena a menudo, tu gato comenzará a sentir esa sensación de desamparo propia de un animal triste porque no se siente querido, especialmente cuando le riñes por hacer sus necesidades en un lugar más limpio.
Debes saber que si elige otro lugar para hacer sus deposiciones es precisamente por eso, el gato no soporta ver su arenero sucio día tras día.
2. Regañinas y castigos
Cualquier tipo de acción que comporte perturbación espanta al felino. Castigarlo, reñirle o meterle la nariz en la orina para hacerle entender que lo ha hecho en el lugar incorrecto solo sirve para crearle una sensación de miedo y desafecto. Del mismo modo, los gritos, ya sean dirigidos a él o a personas cercanas, también le desestabilizan.
Un ambiente nervioso, caótico y rígido hará que experimente la sensación de que no es amado como le gustaría y en determinadas ocasiones se mostrará inseguro y agresivo
3. Falta de estimulación
Si nunca juegas con él, si nunca lo dejas salir al aire libre y siempre lo encierras o limitas a un ambiente tranquilo y casero, se sentirá triste y pensará que no te preocupas demasiado por él.
A los gatos les gusta dormir mucho, esto es cierto, pero no les gusta aburrirse. Es necesario aportarle estímulos, que juegue cuando quiera, que salte, que investigue, que lo acurruques y le hagas mimos... hazle vivir en un lugar estimulante, realmente lo necesita.
4. Ignorar su dolor
Los gatos no pueden hablar para transmitir sus emociones o sus dolores, pero si los observas con atención podrás notar si algo va mal.
Si notas algo extraño en su comportamiento, sea lo que sea -poco apetito, excesiva independencia, letargo...-, llévalo inmediatamente al veterinario.
5. Descuido por falta de tiempo
El dueño debe ser responsable del bienestar del gato hasta las últimas consecuencias. La ajetreada vida laboral no puede convertirse en una excusa para tener desatendido a tu amigo felino.
Los propietarios deben sacar tiempo para poner todo en orden. La existencia de un equilibrio entre el trabajo y el hogar, entre la familia y la vida social, todo ello sin descuidar al gato, por muchas cosas que tengas que hacer.
Si nunca le cambias el agua, si te saltas sus comidas, si le ignoras cuando le ves o siempre estás fuera de la casa, el gato creerá que no lo quieres. Nunca lo ignores, debes encontrar siempre un tiempo especial para él.
Lenguaje del gato
