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Mi gato se lame mucho

Si tu gato se lame mucho... ¡debes prestar atención!

© Shutterstock

Mi gato se lame mucho: ¿por qué lo hace?

Por Sindy Bustamante Redactora

Actualizado el

¿Has notado que tu gato se está limpiando demasiado? Este comportamiento no es normal y podría ser un problema psicológico en algunas casos pero, en esta ocasión podemos pensar que podría hacerlo por un motivo más serio como una enfermedad. 

Seguramente está intentando solventar algún problema que tiene, así que es normal que te preocupe. En este artículo, vas a poder averiguar los motivos por los que tu gato se está lamiendo mucho. 

Mi gato se lame mucho: motivos 

En realidad, es una suerte que tu gato se esté lamiendo, ya que eso significa que quiere cambiar lo que sea que le provoca el lamido. No es por pura higiene si no que se trata de un lamido excesivo. 

Lo que sí te debe preocupar es cuando un gato deja de acicalarse, se abandona, porque significa que le ocurre algo grave que le puede haber hecho perder las ganas de seguir cuidándose. 

Puede padecer una enfermedad

Cuando hay una compulsividad en el lamido como la descrita en el caso anterior tenemos que tener cuidado. Podríamos estar hablando de dermatitis, infecciones, alergias, etc… y podría ser una razón para visitar al veterinario. Todo dependerá también de la parte del cuerpo en concreto que el gato se lame. 

Y es que si el gato padece de un problema de lamido muy concreto se notará mucho. Cuando los gatos se acicalan en una higiene cotidiana, normalmente se lamen todas las partes del cuerpo por igual, igual que hacemos nosotros bajo la ducha (o más bien deberíamos). 

Como es lógico, cuando el lamido es obsesivo el gato se centra en una parte muy concreta, y además lo hace de una forma mucho más brusca e intensa que cuando se limpia. Esto, debido a la textura áspera de su lengua, puede provocar que caiga una parte del pelo y se quede irritada o herida una zona concreta. Eso revelará más claramente el problema. 

En todo caso, el diagnóstico lo deberá de dar tu veterinario pero hablaremos de posibles problemas, para que puedas hacerte una idea antes de visitarlo. 

Enfermedades más comunes que provocan el lamido compulsivo

1. Parásitos y heridas 

Una de las razones más comunes son los parásitos, que le provocan un picor incesante, en cualquier parte del cuerpo. Obviamente, donde estarán exactamente estos bichos. 

También es posible que el gato se lama una herida física por alguna pelea o un golpe de una caída, que no tendrá nada que ver con parásitos o enfermedades. Si revisamos la zona tan “interesante” para la lengua de nuestro gato y vemos que no hay heridas, entonces podremos descartar este primer diagnóstico. Y podríamos estar hablando de otras causas más internas.

2. Problemas bucales 

Cuando un gato se lame mucho la boca, obviamente indicará todo tipo de incomodidades en ese lugar. Es una conducta muy vista cuando el animal tiene náuseas al tragar, por algún problema de cualquier tipo. Físicamente también pueden estar afectados: zonas inflamadas, úlceras o dientes a punto de caer. Lo mejor será que se le revise pronto la boca. 

3. Cistitis, problemas renales y de deposición 

Cuando tu gato se lama mucho las patitas y el estómago, vigila que además no muestre dificultad para orinar o irregularidades en la orina. Ya que de ser ese el caso, podríamos estar hablando de cistitis. Asegúrate de hacer las observaciones oportunas ante de llegar al veterinario para ahorraros tiempo. 

Cabe añadir que, si nuestro gato se lame mucho la zona genital es muy posible que estemos hablando de una infección de orina (mucha atención a los síntomas). Igual que si se lame mucho la zona anal estaremos hablando de un problema de deposición como una diarrea que le provoque irritación, o puede que incluso algún tipo de parásito en dicha zona.  

4. Trastornos psicológicos 

Como ya se ha dicho anteriormente, deberemos descartar también posibles causas psicológicas. Y es que es posible que un cambio reciente en su vida cotidiana afecte y estrese mucho al gatito, lo que le haga repetir sus sesiones de higiene para tranquilizarse o obsesionarse con una zona determinada. Esto también pasa con perros, y buscando la raíz del problema se puede solucionar con facilidad. 

Lo mejor que podemos hacer por nuestras mascotas será estar atentos para ver qué reacciones tienen y, si hace falta, llevarlos al veterinario para sacarnos de la duda. Siempre es mejor prevenir que curar, como dicen los sabios.

Escrito por: Paula Rodriguez, graduada en Veterinaria y especializada en Medicina Tradicional China y Terapias Naturales.

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